Völuspá

Völuspá
La visión de la adivina

1
 ¡Silencio a los dioses, a todos, pido,
a los grandes o humildes hijos de Héimdal!
Quienes, oh Válfod, que yo bien cuente
mis primeros recuerdos de antiguos dichos.

2
Gigantes recuerdo en remotos tiempos;
de ellos un día yo misma nací;
los anchos mundos, los nueve, recuerdo,
bajo tierra tapado el árbol glorioso.

3
 No había en la edad en que Ýmir vivió
ni arenas ni mar ni frescas olas;
no estaba la tierra ni arriba el cielo;
se abría un vacío, hierba no había.

4
 Más los hijos de Bur sacaron el mundo,
ellos crearon el Mídgard glorioso;
desde el sur el sol la tierra alumbró
y brotaron del suelo las plantas verdes.

5
Por el sur el sol, de la luna pareja,
su diestra asomó por el borde del cielo;
no sabía el sol qué morada tenía, 
no sabían las estrellas qué puestos tenían,
no sabía la luna qué poder tenía. 

6
Todas las fuerzas, los santos dioses,
se reunieron entonces en alto consejo:
a la noche y lo oscuro nombres le dieron,
se los dieron al alba y al mediodía,
 al almuerzo y la tarde, y por años contaron.

7
Se encontraron los ases en el campo de Idi;
aras y templos, altos, alzaron,
fraguas pusieron, joyas forjaron,
fabricaron tenazas y avíos se hicieron.

8
Al tablero en su prado jugaron felices
-todas de oro sus cosas tenían-
hasta el día en que, tres, las gigantas vinieron, 
las muy poderosas, del Jotunheim.

9
Todas las fuerzas, los santos dioses,
se reunieron entonces en algo consejo:
que quién crearía la raza de enanos
con sangre de Brímir y huesos de Blain.

10
Motsógnir fue de la raza de enanos
el más principal, Durin segundo;
con figura de hombres enanos hicieron,
muchos, de tierra, como Durin dijo.

11
Nyi y Nidi, Nordri y Sudri,
Austri y Vestri, Áltiof, Dvalin,
Nar y Nain, Níping, Dain,
Bífur, Báfur, Bómbur, Nori,
An y Ánar, Ai, Miodvítnir.

12
Veig y Gándalf, Víndalf, Train,
Tekk y Torin, Tror, Vit y Lit,
Nar y Nýrad -así los enanos
-Regin y Rádsvid- bien enumero.

13
Fili, Kili, Fundin, Nali,
Hepti, Vili, Hánar, Svíur,
Frar, Hórnbori, Freg y Loni,
Áurvang, Jari, Eikinskialdi.

14
Ahora a los hombres dichos serán
los parientes de Dvalin nacidos de Lófar;
éstos dejaron sus salas de piedra
y marcharon a Aurvángar, en Joruvéllir.

15
Allá estaban Dráupnir y Dolgtrásir,
Har, Háugspori, Hlénvang, Gloi,
Skírfir, Vírfir, Skáfid, Ai.

16
 Alf e Yngvi, Eikinskialdi,
Fiálar y Frosti, Finn y Gínnar;
nunca se olvide en tanto haya hombres
la línea de enanos que lleva hasta Lófar.

17
 Mas luego a la casa, potentes y afables,
tres ases vinieron de aquella familia;
por tierra encontraron, con poco vigor,
a Ask y a Embla, faltos de suertes.

18
Ni ánimo entonces ni genio tenían,
ni vida o palabra  ni buen color:
les dio ánimo Odín, les dio Hónir el genio,
les dio Lódur palabra y el buen color.

19
Yo sé que se riega un fresno sagrado,
el alto Yggdrásil, con blanco limo;
es eso el rocío que baja al valle;
junto al pozo de Urd siempre verde se yergue.

20
Vienen de allá muy sabias mujeres,
tres, de las aguas que están bajo el árbol:
una Urd se llamaba, la otra Verdandi,
-su tabla escribían- Skuld la tercera;
los destinos regían, les daban sus vidas
a los seres humanos, su suerte a los hombres

21
 La guerra primera que sabe en el mundo
fue cuando a Gúllveig le hincaron lanzas
y la echaron al fuego en la sala de Har;
la quemaron tres veces y tres renació,
muchas y más, pero viva que sigue.

22
Casa a que iba, Heid la llamaban,
bruja adivina con artes de vara;
hechizó cuanto quiso, hechizó a su placer,
por delicia quedó de las hembras malignas.

23
Todas las fuerzas, los santos dioses,
se reunieron entonces en alto consejo:
si tributo quizás pagarían los ases
o si todos los dioses habrían ofrendas.

24
 Odín a la horda su lanza arrojó;
fue ésta en el mundo la guerra primera;
brecha en la cerca se abrió de los ases;
con magias los vanes tomaron el campo.

25
Todas las fuerzas, los santos dioses,
se reunieron entonces en alto consejo:
que quién todo el aire llenó de veneno
y la esposa de Od prometió a los ogros.

26
 Con ira, él solo, Tor peleó
-¡no se queda él sentado ante cosas así!-;
rompiéronse acuerdos, palabras y tratos,
 los pactos solemnes que entre ellos tenían.

27
Oculto ve ella el cuerno de Héimdal
bajo el árbol sagrado que alumbra el cielo;
ve correr sobre él la limosa cascada
del pago de Válfod. -¿O mejor lo sabéis?

28
Sola y aparte el viejo la halló,
le buscó la mirada el Ygg de los ases.
"¿Qué me queréis? ¿Qué me buscáis?
Yo, Odín, lo sé todo, dónde guardas tu ojo:
en la fuente de Mímir, gloriosa, lo tienes;
hidromiel bebe Mímir cada mañana
del pago de Válfod." - ¿O mejor lo sabéis?

 29
Hérfod le dio collares y anillas;
saberes tenía y ocultas magias,
veía y veía en todos los mundos.

30
Vió las valkirias, de lejos venidas,
dispuestas a entrarle al pueblo de godos;
Skuld con su escudo, la segunda Skógul,
Gunn, Hild, Góndul y Geirskógul.
Ya dichas están las doncellas de Herian,
dispuesta a entrarle, valkirias, al mundo.

31
De Bálder ví, del dios malherido,
del hijo de Odín, el oculto destino;
descollaba en el llano y crecida se erguía
la rama de muérdago, fina y muy bella.

32
Salió de de esta planta de frágil aspecto
el maléfico dardo que Hod arrojó;
al instante nació el hermano de Bálder,
con un día luchó el hijo de Odín.

33
Ni sus manos lavó  ni peinó su cabeza
hasta echar en la pira al que a Bálder mató;
pero Frig en Fensálir llorando estuvo
el dolor del Valhalla. -¿O mejor lo sabéis?

34
De Vali los dioses sacaron las cuerdas,
las recias maromas trenzadas con tripas.

35
Cautivo vio bajo Hveralund
a un pillo ruin con la hechura de Loki;
allá está Sigyn poco contenta
viendo a su esposo. -¿O mejor lo sabéis?

36
Con dagas y espadas las aguas de Slid
desde el este bajan por pútridos valles.

37
Al norte se alzaba, en Nidavéllir,
la dorada mansión de los hijos de Sindri;
otra morada se alzaba en Okólnir,
donde bebe cerveza el gigante Brímir.

38
Vió ella una sala lejos del sol;
en Nástrond está, con la puerta al norte;
veneno le entra a través del humero,
lomos de sierpes la sala ensamblan.

39
Por tan mala corriente vio que cruzaban
la gente perjura y proscrita por muertes
y aquel que seduce mujeres casadas;
Nídhogg allí se sorbía a los muertos,
el lobo se hartaba. -¿O mejor lo sabéis?

40
Al este la vieja, en el Bosque de Hierro,
pariendo estaba hermanos de Fénrir;
uno entre todos un día será
quien en forma de monstruo a la luna devore.

41
Con la vida se sacia que saca a los muertos,
de sangre él tiñe el sitial de los dioses;
sol negro después brillará en verano,
hará muy mal tiempo. -¿O mejor lo sabéis?

42
Arriba en la loma gozoso su arpa
Éggder tañía, el guardían de las brujas;
por enima de él cantaba en su árbol
el gallo encarnado que Fiálar se llama.

43
 Allá entre los ases cantó Gullinkambi;
a los héroes despierta de Heriafod
hay otro que canta allá bajo tierra,
un gallo cobrizo, en las salas de Hel.

44
Feroz ladra Garm ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, va a soltare la fiera;
mucho sé yo, más lejos yo veo:
la hora fatal de los fuertes dioses.

45
Surgirán entre hermanos luchas y muertes,
cercanos parientes discordias tendrán;
un tiempo de horrores, de mucho adulterio,
de hachas, de espadas -escudos se rajan-,
de vientos, de lobos anuncio será
del derrrumbe del mundo; todos se matan.

46
Los de Mímir rebullen, se echa la suerte
al tiempo que suena el Giallarhorn;
Héimdal llama, por alto su cuerno;
la cabeza de Mímir a Odín le canta.

47
El fresno Yggdrásil, el viejo, vacila; 
gime el gran árbol, y el ogro se suelta; 
tiemblan todos por la senda del Hel,
que el pariente de Surt luego devora.

48
¿Qué hay de los ases? ¿Qué hay de los elfos?
Jotunheim resuena, deliberan los ases;
los enanos sollozan, los sabios del risco,
al umbral de sus rocas. -¿O mejor lo sabéis?

49
Feroz ladra Garm ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, más lejos yo veo:
la hora fatal de los fuertes dioses.

50
Viene Hrym por el este, en alto el escudo;
se revuelve el reptil con furor de gigante;
chapotea la sierpe y el águila grazna,
la que muertos destroza; Naglfar se desata.

51
Por el mar en el barco vienen del este
los hijos de Múspel, Loki al timón;
los monstruos todos avanzan con él, 
el lobo los trae, el hermano de Býleist.

52
Del sur viene Surt con el mal de ramas,
resplandece la espada del dios de los muertos;
rechocan los riscos, rebullen las brujas,
al Hel van todos, el cielo se raja.

53
Llégale a Hlin su segundo dolor
cuando Odín ya corre a luchar con el lobo,
y el que a Beli mató, el brillante, con Surt.
¡Allá ha de caer de Frig la alegría!

54
Feroz ladra Garm ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, más lejos yo veo:
la hora fatal de los fuertes dioses.

55
Acude el excelso, el hijo de Sígfod,
al que come carroña Vídar se enfrenta;
hasta el puño la espada en el pecho clava
del hijo de Hvédrung; ya a su padre vengó.

56
Abre su boca el cinto del mundo,
la sierpe terrible, arriba hasta el cielo;
con el montruo pelea el hijo de Odín
después que ha muerto la gente de Vídar.

57
El sol se oscurece, se sumerge la tierra,
saltan del cielo las claras estrellas;
furiosa humareda las llamas levantan,
alto, hasta el cielo, se eleva el ardor.

58
Feroz ladra Garm ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, más lejos yo veo:
la hora fatal de los fuertes dioses.

59
Ve ella que luego de nuevo el mundo
resurge del mar con perenne verdor;
bajan cascadas, por altas cumbres
el águila vuela y peces atrapa.

60
Vuelven lo ases al campo de Idi,
del lazo del mundo, el horrible, se cuentan
y allá rememoran los grandes sucesos,
las viejas runas de Fimbultyr.

61
Allá la hierba después hallarán
los tableros de oro de gran maravilla
que tiempos atrás su gente tenía.

62
Sin siembra los campos cosechas darán,
se reparan los males, Bálder regresa;
en paz vivirán Bálder y Hod
en prados de Hropt. -¿Oh mejor lo sabéis?

63
Hónir entonces ramillas echa;
habitan los hijos de ambos hermanos
la casa de vientos. -¿Oh mejor lo sabéis?

64
Ve ella una sala más bella que el sol
en Gimle se alza, con techo de oro;
morada será de las gentes de bien,
que allá gozarán hasta el fin de los días.

65
Entonces de arriba viene a juzgar
el fuerte y glorioso, quien todo lo rige.

66
Volando baja de Nidafiol
el dragón tenebroso, el reptil fulgurante;
las plumas de Nídhoff -sobre el llano planea-
van llenas de muertos. ¡Y ahora se hunde! 

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